No debería quererlo, pero lo hago.
Me queda una semana para que todo lo relacionado con la herencia de mi madre se aclare, y luego tendré la libertad de irme. Todo lo que tengo que hacer es mantener mis manos alejadas de mi nuevo padrastro, Bruce. Pero eso es más fácil de decirlo que de hacerlo.
No debería quererla, pero lo hago.
No puedo recordar la última vez que toqué a una mujer. Diablos, ni siquiera puedo recordar la última vez que me toqué. Pero desde que apareció la pequeña Sophie, no puedo pensar en otra cosa más que en reclamarla.
El amor prohibido y las obsesiones secretas te harán rogar por el clímax.
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