domingo, 12 de agosto de 2018
La víctima
-No quiero dinero, Regan. Deseo algo que por derecho es mío y tú lo tienes...
El padre Regan huyó con la esposa de Andreas Vatis, y éste no era el tipo de persona que dejara pasar la afrenta con impunidad. Deseaba vengarse. Así que, a la muerte del hombre que había manchado su honor, sólo quedaba la hija de aquél para vengar en ella el orgullo herido del griego.
– Deseo lo que me quitó tu padre – le advirtió con insolencia. – Una esposa… y los hijos que necesito para que hereden el imperio Vatis. ¡Regan sabía lo mucho que la despreciaba y nunca le daría voluntariamente lo que en forma tan despiadada le exigía!
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