FALSAS APARIENCIAS 01
Joana es brillante, competente y trabajadora, con suficiente talento para llegar a la cumbre. Pero su modestia y su falta de refinamiento la mantienen en un trabajo que no le corresponde: es secretaria, y no una secretaria cualquiera, sino la secretaria de la mayor tirana jamás conocida.
Pero cuando su jefa se ausenta y alguien tiene que asumir el mando para asegurar un importante negocio, Joana tendrá que estar a la altura hasta que los clientes firmen el contrato. Le harán falta autoridad y aires de mando, que no tiene ni ha tenido nunca. Tendrá que encontrarlos, pues el futuro de su empresa está en juego... y también el suyo.
Hugo siempre ha hecho lo imposible para alcanzar sus metas. Es inteligente, eficiente, y tiene por delante un brillante porvenir, siempre y cuando consiga hacer creer a los clientes de la empresa que una insulsa secretaria es una gran profesional. Parece una tarea imposible para cualquiera.
Con asesoramiento, ayuda y algún que otro encontronazo, Joana, Hugo y el resto de directivos harán todo lo posible por transformar a una humilde secretaria en una aristocrática directiva capaz de negociar cualquier acuerdo... aunque sólo sea por unos días. Pero esta tarea hercúlea no es sencilla, y traerá incontables quebraderos de cabeza a todos los involucrados.
¿Logrará Joana dejar de ser un patito feo para convertirse en cisne? Y aunque Hugo se desespere por momentos, ¿podrá sobreponerse a la atracción que empieza a surgir entre ellos?
TÚ, YO Y YO MISMA 02
Carla ni tiene novio ni lo necesita. Cuando le organizan una cita forzosa con un chico, tan atractivo como impertinente, no va a pasar por el aro y se disfraza de fea para ahuyentarlo. Pero no todo es tan simple, y cuando decide que quiere trabajar con él no puede quitarse su disfraz así como así. Y si además se encuentra con ese chico cuando no va disfrazada, todo se complicará mucho más de lo imaginable.
Gerardo es competente y trabajador, y para él sólo importa la empresa que fundó su padre. Pero su madre ha decidido casarlo aunque él no esté por la labor. Cuando se ve obligado a tener una cita con una mujer-ogra de una fealdad inimaginable, piensa que no se puede caer más bajo.
Pero el destino tiene otros planes para él, y quizá al tratar más a esa chica, deje de ver su fealdad. Las cosas se enredarán cuando coincida con otra chica, tal vez menos interesante pero mucho más atractiva, y tenga que decidir entre aspecto y personalidad.
Con un comienzo semejante cualquier tipo de futuro entre ellos resulta inverosímil. Pero... ¿y si uno de ellos se enamorara del otro? Parece imposible, pero más imposible sería enamorarse de dos chicas a la vez, ¿o no?
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