Ninguna mujer en la tierra era inmune a los devastadores encantos del multimillonario soltero Jack Tarkenton. Ni siquiera la elegante belleza Meg Masterson. Pero después de su apasionada cita de fin de semana, Jack la dejó con algo aún más significativo que un corazón roto pero más sabio ...
¿EN EL MATRIMONIO?
Viuda Meg Masterson Betz se había casado por conveniencia una vez, para darle un nombre a su bebé. Nunca pensó que tendría que aceptar una segunda propuesta conveniente, esta vez del verdadero padre de su hija. Pero Jack Tarkenton estaba decidido a proteger a su hijo, en sus términos. Aunque Meg consintió en ser su novia sólo de nombre, Jack tendría a la madre de su hijo como su esposa, en todo el sentido de la palabra.
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